Ante los recortes en educación, las universidades catalanas protestan hoy y mañana con la impartición de las lecciones al aire libre
Alumnos de Derecho de la UAB haciendo
clases en el bar de la universidad como protesta a los recortes / ISABEL MARQUÈS
“¿Es posible el principio de
igualdad en una sociedad donde hay desigualdad material?”. Esa es la cuestión
que ha lanzado Vidal Aragonés, profesor de Derecho de la Universidad Autónoma a
sus alumnos al final de la clase. Un debate que en principio tenía que versar
sobre la selección de personal, pero perfectamente extrapolable, reconoce el
docente, a la situación actual de la universidad. “El aumento disparatado de
las matrículas está sirviendo de criba social, la universidad se está
encaminando solo para las personas con más recursos”, tercia Aragonés. Este
profesor ha decidido conducir a sus 40 alumnos (después de haberlo consensuado
con ellos) fuera de las cuatro paredes habituales del aula para celebrar la
case en el exterior. Los cinco grados centígrados que se daban mediodía sobre
el campus de Bellaterra ha hecho que la lección se traslade al bar de la plaza
Cívica de la UAB.
Otros estudiantes han desafiado al frío y han aguantado estoicamente las
explicaciones del profesor Manuel Delgado, profesor de Geografía e Historia de
la Universidad de Barcelona en la plaza del Macba de Barcelona. Entre hoy y
mañana, decenas de profesores de
las universidades públicas catalanas sacan sus clases a la calle, como protesta
a los recortes educativos y a la nueva reforma educativa del Gobierno. Estos
actos dan el disparo de salida a una "semana de lucha"
del ámbito universitario que culminará el jueves con una huelga general de los
campus convocada por estudiantes y profesores.
“Queremos demostrar que somos capaces de protestar sin perder formación”,
asegura Aleix Agudo, estudiante de tercer curso del grado de Derecho de la UAB.
Arlet Oliveras incluso se ha mostrado partidaria de hacer más actos de protesta
como estos. “Con las huelgas pierdes clases que has pagado. Además en las
huelga la gente se queda en casa y no va a la manifestación. Pierdes clases y
después vas arrastrando deficiencias académicas; es lo que pasó el año pasado
cuando se hicieron varias huelgas. Al final nos conocerán como la generación de
las huelgas”, explica la estudiante.
Ambos alumnos aseguran que darán soporte al paro de este jueves. Critican,
especialmente, el golpe que ha supuesto el aumento de las matrículas (hasta un
67%, dependiendo de la titulación), que en su carrera ha supuesto pasar de
pagar mil euros el curso pasado a 1.600 euros este septiembre. “Yo no podía
pagar tanto y he tenido que dejar de matricularme de una asignatura”, se queja
Agudo. “Si no fuera por la beca yo no podría estudiar. Además con el Plan Bolonia no puedes trabajar para
pagarte los estudios”, añade su compañera de clase.
Los estudiantes han
cargado esta mañana con carpetas y portátiles hasta la cafetería de la
universidad donde han celebrado la clase práctica sobre Derecho del Trabajo y
Seguridad Social. Al inicio de la lección, el profesor ya les ha advertido que
el espíritu del acto era “hacer una clase como hacía Sócrates, primando la
dialéctica y la reflexión”, aclara el docente. Aragonés denuncia la “creciente
intervención de la empresa privada en la universidad” y la pérdida de poder
adquisitivo del profesorado universitario por los rectores salariales. Este
docente asociado, que realiza su actividad profesional en una cooperativa de
abogados, también critica la reforma educativa del Gobierno a la que tacha de
“clasista y españolista”. “Propone más un modelo de educación similar a la del
franquismo que a la de los últimos 30 años”, zanja.